domingo, 8 de diciembre de 2013

Los Inicios De Mi Historia


Llevo días caminando junto a mi hermano,  Kractors , vivir 1 siglo no es nada normal después de todo, y he escuchado en todos lados la presente muerte de la princesa guerrera. Si lo sé, sé que tenemos un parecido similar, casi idéntico pero yo no soy la leyenda de aquella mujer griega. Su nombre retumba en mi cabeza, una muerte heroica pero tramposa, algo así de, una contra un ejército. Xena la princesa guerrera, ahora recuerdo, salvo miles de almas para llevarlas al cielo ¿Qué persona sacrificaría su propia existencia en alguien que no conoce? Solo alguien con un gran corazón y un gran amor en su interior; y… como olvidar a Gabrielle su fiel compañera, su alma gemela y el amor de su vida. Guerrera  y Bardo, juntas en un mar de esperanzas, haha que poética soy.
 Hubiera deseado conocerlas cuando estaban juntas y cuando Xena estaba con vida, ahora camino con mi hermano en busca de Gabrielle, la fiel compañera de Xena. No entiendo del todo porque mi hermano esta tan interesado en conocerla, qué caso tiene ya que ella viaja en barco hacia las profundas aguas del Nilo y nosotros apenas vamos a paso firme hacia Egipto. Después de la guerra que tuvimos como no descansar un poco en Egipto y conocer a Cleopatra. Igual quién sabe, golpear a unos cuantos egipcios que me ataquen.
Mis piernas me matan y el cansancio me agobia, pero pensándolo mejor, no tengo que cocinar, no tengo que hacer quehaceres mmmm! Ni siquiera ese maldigo de Drako, wow seeee!  la vida ha sido muy buena conmigo.



…….3 semanas después……

Por fin! Y al fin! En Egipto! Después de tanto tiempo transcurrido logramos llegar, y para nuestra suerte en una pequeña choza donde nos quedamos a dormir, encontramos varios pergaminos escritos por Gabrielle, hermosos versos y bellos poemas sobre nuestra valiente heroína. No puedo creer como una persona puede describir tan hermosamente a alguien. Describiré un poco mmmmm, haber cuál? Mmmmm! Que hermoso! El regreso de Calisto, wow! Eterno amor, awwww! ¿Atracción Animal? jummmm hahahaha que Gabrielle loca! El nacimiento de Eva! Si, la hija de Xena, la Zorra del Emperador pero mmmmm, que coño! Esta tan hermosa esta historia. GRABIELLE REINA AMAZONA! Ese wow! Fantastico! Mejor me quedare con El Regreso de Calisto…! Haber que tal! Será una buena!

Canto a la ira de Calisto,
al dolor de Gabrielle y al valor de Xena…
Y al hermoso misterio de una amistad tan inmortal! ….

….1 hora después….
Tan hermoso! Fue hermoso! Mierda llorare, esa Xena como ama a Gabrielle! Mierda porque cuando calisto no estuvo en nuestras tierras aparecieron ellas, Dios,  esto es hermoso. Estúpida Calisto, mato a Perdicas el esposo de Gabrielle! Qué coño.  Creo que aquella que pueda describir como Gabrielle, quien pueda encontrar gracia y significado en todo lo que pasa, de seguro será una magnifica reina, una gran alma.
Mi  hermano grita mi nombre a lo lejos, no le puse atención, estoy tan centrada en los hermosos pergaminos de…. Coño mejor veo que quiere.
-          Acabo de ver, acabo de ver a Gabrielle, está en los aposentos de Cleopatra. – Mi hermano sofocado corre a mí.
-          ¿Eres idiota? Y ¿Cómo diablos entraste en los aposentos de la Reina Cleopatra? – contesto sin mayor interés.
-          Imbécil, vamos… la quiero ver de cerca! – dice tomando fuertemente mi mano y guardando con gran velocidad los pergaminos.
Como imbécil  corriendo entre la pesada arena voy detrás de él.  Que estúpida soy, quien corre y cae en un roca, si me dolió, que golpe.  Y con este temor de que los pergaminos se me caigan al ras que voy corriendo fuertemente.
Mis pulmones no pueden más, este imbécil hermano mío corre aún más que yo y eso que ya llegamos al palacio de Cleopatra.
-          No te detengas, corre Beatrike  no te detengas ya. – Dice tan entusiasmado.
-          Corre tú, yo te busco. – Grito más agotada que  la yegua del cesar.
Me detengo a respirar un poco de oxígeno, que recorre mis fosas y llegue a mis pulmones agotados. Pero bueno un poco de ejercicio extremo no hace daño.
 Me senté en una pequeña banca cerca de la fuente, tome mi morral entre mis piernas y abrí otro magnifico pergamino. Mmmmmmmmm! Este se ve interesante…

Enfrentando a la Muerte
Las celebraciones en Tebas y Egipto fueron muy cortas
 porque Xena la poderosa princesa guerrera
 lucho de día y de noche
 por la vida de su hija recién nacida y continuo desafiando
la ira de sus enemigos.
El olimpo
las insensatas batallas al final
la llevaron a los destinos en busca de respuestas…

Magnifica encantadora, impresionante… apenas llevo la mitad y esto me parece más que sorprendente, no puedo despegar mis ojos de estas líneas.
Sentí que alguien toco mi espalda, interrumpiéndome por un momento, no le tome importancia y seguí leyendo, tan profundamente apasionada.
-          Pareces estar muy entretenida en estos pergaminos. – Dijo una mujer tomando asiento a lado mío. No conteste inmediatamente.
-          Si, son perfectos estos pergaminos, la mujer que los escribió, Gabrielle debió estar más que enamorada de la princesa guerrera….
-          Te pareces tanto a ella…. Así es, compartimos la misma alma… - QUE COÑO!???
Voltee inmediatamente, pero lento, mi respiración se agito, mi corazón latió más de lo inesperado… Pero ahí, ahí está ella… Ella GABRIELLE! La valiente barda que vivió miles de batallas junto a Xena, la única mujer que pudo llegar a un corazón tan duro como el contrecho, y está a mi lado, sentada, hablándome. Me levante,  los pergaminos cayeron junto a los pies de Gabrielle, ella se levantó, los tomo entre sus manos y los abrazo.
-          Disculpame, discúlpame – No pude emitir más palabras.
-          No te preocupes, los llevaba buscando hace algunos meses pero no los encontraba.
-          Descuida, llévatelos, solo los leía, pero… mí.. hermano… tu….. Xena… Gabrielle… son perfectos estos pergaminos…
-          Gracias…
-          Beatrike,  a tus servicios. (Por los dioses) – Me incline nerviosamente  presentándome.
-          No te inclines, no es necesario. No había conocido persona alguna que se pusiera tan nerviosa con mi visita. –Trague mis propios nervios.
-          Esque… Tú sabes… Después de escuchar tanto de Ti y Xena, como no inclinarme. Como no sentir esta sensación, como wow! Por los dioses muertos del Olimpo.
Qué más puedo decir… No sé qué hacer, es Gabrielle… No dejo de mirar su hermoso todo.
-          ¿Tengo algo en mi cara? – Dice con una linda sonrisa.
-          Ammm… Estssss… Esque… - Alguien me interrumpe. Grandioso el estúpido de Kractors!
-          Beatrike, Beatrike! Wow! Gabrielle.  – Dice mi hermano gimiendo y recuperando la conciencia.
-          Hola… -
-          Gabrielle, por fin te encuentro. Permíteme hablar contigo a solas por unos momentos.

Pero qué?  Qué coño? La conoce y me mintió? Es  un estúpido ese idiota.
Vi marchando a Gabrielle y mi hermano, charlando muy seriamente. ¿Acaso ya la conocía y no pudo contármelo? ¬¬ Realmente es un imbécil. 

Mi hermano saco de entre sus ropas una daga mostrándosela a Gabrielle y ella de inmediato comenzó a llorar, le abrazo y tomo la daga entre sus blancas manos. Caminaron directo a mí, y Gabrielle me abrazo, llorando.
  • Eres la elegida para revivir a Xena – Dijo con una dulce voz y excitante voz.
  • ¿Elegida de qué? ¿Revivir a Xena? ¿Cómo hare eso?


  • Mi hermana no sabe de lo que estamos hablando, pero seré claro Beatrike. Bueno… Tienes el don de revivir   almas que no pudieron cruzar a la luz, y tienes el don de la escritura al igual que Gabrielle.
  • ¿Qué? ¿Revivir a Xena? ¿Cómo?
  • -Aquí no es seguro hablar, vayamos a los aposentos de Cleopatra y charlaremos más del tema. Síganme.  

Marco Antonio Y Cleopatra
Caminamos hacia el gran palacio de Cleopatra, recorrimos varios pasillos y entramos a donde cleopatra yacía sentada en su trono. Hermosísima Reina, Preciosa…  Se levantó y camino hacia mi… Aplaudió y todos sus sirvientes salieron . 

-          Ocuparas mi lugar un tiempo, te harás pasar por mí… Sé que no me entiendes ahora, pero Gabrielle te explicara todo. Debo retirarme, Marco Antonio viene en camino y tú sabrás negociar con él.  Adiós.
Sin más ni menos Cleopatra sale. Tengo en mi mano un pergamino escrito en egipcio. Dice que Roma quiere tomar los ejércitos de Cleopatra, debes impedir a toda costa que pase esa desgracia, mata a Marco Antonio y aniquila a su ejército

  • - Beatrike. Andando, tenemos cosas que hacer antes de que Marco Antonio llegue. – Dice Gabrielle caminando velozmente hacia los aposentos de Cleopatra. La detengo un momento.
  • -  Gabrielle, no entiendo nada de esto. ¿Por qué yo? ¿Solo por qué me parezco a Xena? Kractors sabía de esto y por qué no me lo dijo, que se supone que haga.
  • -   Sé que no lo entiendes por el momento, y lo poco que entiendes te confunde. Estaré a tu lado, mientras tu estés conmigo. Primero lo primero Beatrike, hazte pasar por Cleopatra, y hagamos el mayor bien de este pueblo. – Dice retomando camino.
  • -   ¿Por qué confías en mí? – Digo nuevamente deteniéndome.
  • -   Por qué te conozco, más de lo que tú te conoces. Vamos.
  • -  Gabrielle, no sé cómo hacer esto, pero lo hare por instinto.
  • -  Ya lo sé, tu instinto es algo preciado para mí, y con ello harás lo correcto.
Entramos a los aposentos de Cleopatra, Gabrielle me desvistió por completo y Kractors está presente, me miro y se retira. Gabrielle toma unas cadenas y me ata a ellas, están muy pesadas, apenas si puedo moverme. Las sirvientas me toman cuidadosamente y hacen que me acueste en una alfombra, me enrollan y escucho a Gabrielle…

  • -  Serás el regalo de bienvenida de Marco Antonio, su barco está muy cerca del puerto, no te preocupes Beatrike estarás bien.

…30 minutos después…

 Siento como varios hombres me llevan entre sus hombros. Escucho voces pero una voz en especial “Roma entrara a Egipto”  y siento que alguien me patea. Se desenrolla la alfombra…


 Mi cuerpo desnudo siente el frio, levanto la mira y veo fijamente a Marco Antonio.
  • -          “Soy Cleopatra….
            Reina de Egipto…
           
    Esclava de Roma"  – Pasaron varios minutos antes de que Marco Antonio me dijera algo.   No dirás nada. – Ríe un poco Antonio.
-         
  • Reina Cleopatra, tu reputación de no perder el tiempo, es bien merecida.  – Camino un poco hacia él.


  • -          Egipto es tuyo Antonio…. – Lo beso lentamente. - ¿No quieres liberarme?
  • -         Es lo que deseas? Estas segura de que esto no es para capturarme?
  • -          Si ese fuera mi plan, me hubiera vestido para la ocasión.
Saca la llave de su boca, y quita los pesados candados de mi cuerpo. Un alivio, mierda de candados como pesaban.


  • -          Ya estoy libre  y ¿Tu? – Me mira fijamente, camina un poco, toma una manta y la pone sobre mi cuerpo.
  • -          Digamos que tu conquista todavía no esta completa – Dice retirándose.
  • -          Claro que no, nadie sabría que el gran Antonio se rendiría sin luchar. Pensé que podrías gozar esta pequeña sorpresa. 
  •  -          Tu suposición es buena reina, pero estoy aquí para formar una alianza contigo. Basada en la confianza, y al desnudo.
  • -          Creo que ese punto lo tenemos cubierto, y la confianza, en realidad no podría venir en una situación más vulnerable. Tal vez debas confiar en mí, ven a mi palacio. Encontrare una cama para ti.
Salí del barco, con Antonio tomado de la mano. Caminamos rápidamente y entramos hacia  palacio.
  • -          Ven acá no muerdo – se acercó una de las sirvientas – porque no esperas allí mientras que me pongo algo cómodo.

Se acerca hacia mí la sirvienta xiana, me dice que Brutus está aquí. Sigo mi camino.
  • -          Que gran idea, estoy segura de que a Roma le encantara un viaje por el palacio de Egipto. – Sonó algo hipócrita, pero no estoy para ver a ese traidor romano. 
¿    Por qué le llamo traidor? Por que no hizo nada mientras Gabrielle y Xena morían crucificadas, solo mato al imbécil de cesar pero eso, eso hasta podía hacerlo yo para salvar al pueblo romano.


     
     Camine hacia los aposentos, volví a estar desnuda pues quite de mi cuerpo la manta romana y Gabrielle se hizo presente. Mirándome de una manera muy peculiar y seductora, al parecer así lo siento yo. No charlamos mucho, pero aquí había una conspiración para matar a Cleopatra y debía detenerla.
  • -          ¿Dónde está Kractors? – Digo a Gabrielle tomando una túnica y decorándola en mi cuerpo desnudo.
  • -          Está haciendo marcha con Cleopatra, no te preocupes, lo tendrás cuando Marco Antonio este muerto.
  • -          No te preocupes tú también, Antonio debe estar muerto antes de poder matarme. Si lo hace, moriremos los dos.
  • -          ¿Hablas enserio? ¿Morirías por una nación?
  • -          Pensé que me conocías Gabrielle.  ¿Qué importancia tiene si muero o no? Soy inmortal.  – Dije viendo fijamente a Gabrielle y ella solo rio un poco y después cambio su cara, al parecer no sabía que yo era inmortal y eso la hacía quedar como una tonta.
  • -          ¿Solo tú?
  • -          También mi hermano. Hemos vivido muchas cosas, hemos salvado varias vidas, pero jamás habíamos conocido a alguien como ustedes. Tú y Xena,
  • -          No metas a tu hermano, háblame de ti.
  • -          ¿De mí? Solo te puedo decir, que estoy aquí por alguna razón. Esa razón que no logro comprender, pero se actuar ante toda situación. No entiendo del todo esto y sonare como niña estúpida… Antonio es muy guapo, y despertó en mi algo. Me será difícil matarlo.
  • -          …………….
  • -          Ve por Antonio y llévale al baño, ahí lo esperare y me creerás. Otra cosa ¿Por qué esta brutus aquí?
  • -          Por qué, ha venido a avisarle a  Cleopatra de su muerte.
  • -          ¿Crees que deba hablar con él?
  • -          No estoy muy segura de eso, pero él me debe algo.
  • -          Cuando Brutus me vea, pensara que soy Xena… Gabrielle ¿Qué hare?
  • -          Solo toma calma Beatrike, yo hare el resto. – Pasan unos momentos de silencio.
  • -          Gabrielle, que tiene Cleopatra? ¿Qué necesitas de ella? – Gabrielle agacha la mirada, aguanta las lágrimas y me mira.
  • -          Ella sabe dónde está el néctar de la vida para hacer volver a Xena, y hare lo que tenga que hacer para que revivía.
Después de que me dijo eso vi a Gabrielle salir velozmente; tome conciencia, y paso hacia los baños. Nuevamente a desvestirme, las sirvientas lo hicieron por mí y me sumergí en la piscina con aguas claras y calientes. Gabrielle llego y se arrodillo masajeándome los hombros.
-          Creo que Brutus tiene razón, Antonio va a querer matarte.
-          Creo que aún tiene un asunto que concluir conmigo. – En ese momento entro Antonio. Me alegre al verlo, me gusta demasiado. Gabrielle lo ve con mucho interés. Y  yo le sonrió a Antonio.
  • -          Bienvenido Antonio. – Tomo la mano de Gabrielle. – Mi dama de compañía Eros.
  • -          Si yo fuera tus manos Eros, fuera muy afortunado. – Me sonríe Antonio y Gabrielle se sonroja.
  • -          Déjenos – Digo sin interés, solo quiero verlo a él.
  • -          No. – Dice Antonio. – Tengo asuntos que atender, además, tendré una cena llena de placer esta noche, tal vez para mañana debamos dejar eso de la confianza atrás, y movilizarnos. – Se marcha sin ninguna otra importancia, escucho a Gabrielle reír.
  • -          Creí que aceptaría tu invitación. ¿Cómo supiste que no lo haría?
  • -          No lo sabía.
Termino el baño y me fui a la cama, realmente no podía dormir, escuchaba que alguien estaba en mi recamara. Abrí los ojos y tome al tipo encapuchado que estaba frente a mí, lo azote en la cama. Él tenía  mucho miedo.
  • -          ¿Eres cleopatra?
  • -          ¿Eres mi asesino? – le apreté un poco más el cuello.
  • -          No… Solo vine a verte…
  • -          Tenemos una puerta de entrada.
  • -          Esque esta fue la única forma, debes creerme…
De repente las cortinas empezaron a incendiarse, bombas. El cuarto empezó a arder en llamas, solté al chico y le grite que se fuera. Él estaba impresionado, salte y tome una mesa, justamente antes de que una bomba me cayera. Por desgracia otra bomba cayo en sus pies, empezó a quemarse las ropas que traía puestas, grito que le ayudara, corrí hacia él, con tal fuerza de que cayéramos en el suelo.  Lo levante violentamente.
  • -          De pie, DE PIE! – Lo azote contra la pared.
De repente Marco Antonio corrió hacia mí.
  • -          Cleopatra! Cleopatra. – Dijo Antonio. solté al chico por un instante. Se movió al ver a Antonio.
  • -          ¿A dónde crees que ibas?
  • -          Lejos de él. Esos asesinos, me persiguen. Quieren matarme.
  • -          Ahhh! Eres el centro de atención. ¿no piensas que iban tras de mí? Fue mi cuarto el que incendiaron.
  • -          Por eso debemos aliarnos, desean la muerte de los dos. – En ese instante llego Gabrielle con las sirvientas.
  • -          ¿Quién eres tú? – De inmediato Antonio entro en nuestra conversación.
  • -          Octavio, Reina Cleopatra. Puedo presentarte al sobrino, nieto adoptivo de julio cesar, y un traidor. – Saco la espada y la puso en su cuello.
  • -          ¿Un traidor? Qué pensaría cesar de que un amigo cercano suyo tenga su trono. –
  • -          Tu tío Julio estaba muy ocupado para darse cuenta de lo débil que eres. No es que amara menos a cesar, AMO A ROMA. – Creí que por un momento Antonio mataría a Octavio, tome su mano.
  • -          Antonio – Dije suavemente al hombre que me gusta.
  • -          El ME MATARA! AYUDAME! – Dijo Octavio desesperado
  • -          Silencio!-  Lo golpee directamente en la cara – llévenselo hablare con el mas tarde.
  • Se lo llevaron los guardias. Me acerque hacia Antonio.
  • -          ¿Cómo sé que no estas involucrado en esto? – No dijo nada por algunos segundos, acaricio mi cuello, levantando mi cabello y susurrándome al oído.
  • -          Vine… A apagar el fuego – Gabrielle nos miraba- Tenemos un asunto sin terminar. Tú y yo. Me beso la mejilla y se marchó.
Sentí algo realmente hermoso, no puedo expresarlo. Me encanto. Las sirvientas me pusieron un manta y camine con Gabrielle.
  • -          Ahyyyy! – Suspiro Gabrielle.
  • -          ¿Sí?
  • -          Ya no entiendo bien tu plan Beatrike, ¿Coquetearas con el hasta morir?
  • -          Hare que confié en mi para poder hacer lo que quiero con él.
  • -          Pues! Mmmmmmm cuidado, es de tu tipo.   


  •           -          ¿Cómo lo sabes? ¿Tú crees?
  • -          ¿Cuál es ese asunto sin terminar? – Dijo deteniéndome.
  • -          Tratará de seducirme para tomar el ejército de Cleopatra.
  • -          Y ¿Luego?
  • -          Después lo tendré de rodillas. Figurativamente hablando claro….
  • -          Por supuesto.
 
                                    La cena empezó, me dirigí hacia la gran sala y tome asiento, las sirvientas traían la fruta y Marco Antonio estaba sentado a mi lado, muy cerca mente. Sentía una mirada tan dulce cuando me veía, las  uvas no sabían tan mal, me gustaba mucho Antonio. Esa mirada tan sexy me destruía, sé que también siento atracción por las mujeres, pero un hombre no se compara con nada. Cuando lo veía me llevaba a la misma gloria, tanto me gusta Antonio que me es difícil pensar en el plan. Lo mismo me hubiera pasado con una mujer, y no niego que siento atracción a Gabrielle también.
Mis labios quieren un beso de él. Cueste lo que cueste. Soy una mujer que cumplo lo que quiero y el, el recorrerá mi cuerpo.

Lo logre, soy perfecta! Marco Antonio es mío y está a mis pies.
Este beso me sabe a gloria, no puedo dejar de besarlo…. Gabrielle!!! NOS INTERRUMPE!

Esa Gabrielle, el mejor beso que he dado en años y me lo interrumpe.

  • -          Reina Cleopatra, no olvides que tienes junta con tus consejeros.
  • -          Ahhh! Mis consejeros, siiii!!! Esos entrometidos.
Antonio se levantó y susurro.
  • -          Roma no se construyó en un día. – Nos volvimos a besar. Que rico estuvo ese beso de verdad. Gabrielle se acomoda entre las almohadas, creo que me toca con ella. Hhahaha… ahssss!
  • -          ¿Qué crees que hacías?  todo estaba bajo completo control. – Conteste un poco molesta.
  • -          ¿Y qué tan lejos permitirías que llegara, Beatrike? Me recuerdas mucho a Xena.
  • -          Hasta que rogara por mi ejército.
-          ¿Tu ejercito?
-          Se lo que hago, Gabrielle.
  • -          ¿Qué pasaría si el matara a Cleopatra?
  • -          Entonces él será quien mate si debo hacerlo.
  • -          Mmmmmmmm!
  • -          No tengo ningún buen sentimiento por él, Gabrielle. Créeme. – Gabrielle se quedó callada mientras comía su fresa. Tuve que mentirle, porque sabía que salvar a Cleopatra era todo, antes que mis estúpidos sentimientos hacia Antonio.
Una de las sirvientas se acercó a mí con una flor en la mano.
  • -          Esto es de Antonio.
  • -          ¿Enserio?
  • -          Te invita a encontrarlo mañana en la noche. Bajo las pirámides.
  • -          Dile que lo veré ahí.
Se marchó la sirvienta.
  • -          Lo tengo donde quería.
…Al día siguiente….

  • -          Nuestro tiempo en este mundo es muy corto, los reinos son de arcilla. Roma superara su majestad ¿No lo sé? – Dice Antonio rezando al fuego. Yo solo caminaba a su alrededor. – Este mundo es pequeño en verdad.
  • -          ¿Por qué viniste a Egipto? – No me contesto – ¿Mi ejercito?
  • -          Si… Pero eso ha cambiado.
  • -          ¿Cambiado? ¿Cómo?
  
  • -          No deseo que me entregues tu ejército – No supe que decir – siempre sospecharías que deseaba de ti.
  • -          ¿Y que deseas de mí? – No aguante las lágrimas y empezaron a recorrer mis mejillas.
  • -          Tu Amor.
  • -          Mi amor no te ayudara a pelear contra Brutus…
  • -          La primera vez que te vi. Supe que un hombre renunciaría a su reino por una mujer así. No hay nada que haya deseado más, desde que cambie de parecer.. – Puso su mano en mi hombro, mis lágrimas no dejaban de caer.
  • -          ¿Nada?
  • -          Nada…
Nos besamos suavemente. Deje que me tocara, deje que me besara sin más pedir nada. Deje que me poseerá por unos momentos, por unos instantes, que me parecían una eternidad placentera.
Esos momentos se fueron como el viento, pues nos atacaron soldados del ejército de Brutus… salieron de la nada, no pude verlos, solo me levante rápidamente y ellos atacaron a Antonio.

Pelea con un gran fuego en los ojos, con un gran odio encarnecido… Totalmente desesperado, su espada cubierta de sangre revienta el abdomen de un soldado. Uno de esos estúpidos se me acerca, sin pensarlo, mi puño le hace caer. Estoy realmente sorprendida, esas fuerzas, destrozan de un solo espadazo a cualquier soldado. Al final, solo queda uno…

  • -          Es de Brutus! – Dice Antonio con la espada a punto de rebanar el cuello del soldado.
  • -          No, espera Antonio… puede sernos útil. – me acerco hacia el soldado y lo levanto ferozmente. – Dile a Brutus que fracaso, que Antonio y Cleopatra están vivos, bien y juntos…
Se levantó asustado y corrió lo más rápido que pudo. Marco Antonio se acercó a mí, puso su mano en mi hombro y nos marchamos.
La luna está en su más grande resplandor, pienso y pienso, pero llego a la misma conclusión, ¿Qué haría Xena en estos momentos? ¿Qué pensaría de esto? ¿Realmente lo mataria? Escucho a alguien entrar, Gabrielle se dirige hacia mí.
  • -          Beatrike…
  • -          Tenias Razon Gabrielle, Xena era una gran atracción para los tipos romanos. Y lo peor esque es un chico romano tonto , me ama.
  • -          ¿Qué paso? Explícame…
  • -          Dice que quiere mi amor, y habla enserio.
  • -          Tal vez puedas aceptarlo como aliado.
  • -          ¿Qué sucederá cuando descubra que no soy cleopatra? Lo he engañado todo el tiempo
  • -          ¿Qué vas a hacer?
  • -          No permitiré que controle el imperio, hay demasiada sangre en sus manos. No debe derramarla, lo se… dime… ¿Qué sucede con Octavio?
  • -          Es un idealista. Su corazón está en el lugar correcto.
  • -          La pregunta… ¿El y Antonio pueden trabajar juntos?
De repente, entro llorando una de las sirvientas… Y cayó a nuestros pies.

  • -          ¿Qué sucede? ¿Qué pasa? – Dice Gabrielle tratando de controlarla.
  • -          Cleopatra…. Cleopatra…. Nuestra Reina…
  • -          ¿Qué? ¿Qué paso con ella? Contéstame… - Grite desesperada.
  • -          Cálmate Beatrike…
  • -          Está muerta, fue asesinada.
  • -          ¿Y cómo?
  • -          Su bebida, el vino, era veneno.
  • -          ¿Qué demonios? ¿Cómo sucedió?
  • -          No lo sé, no lo sé… Nadie sabe…
  • -          Fue Brutus!
  • -          Y ¿Cómo? Beatrike?
  • -          Sé que fue el…  Lo presiento.
Me retire de la alcoba, camine hasta donde Antonio se encontraba. Lo vi y me quede observándolo.
-      
  •     Haciendo planes de viaje.
  • -          Intento deshacerme de Brutus.
  • -          Y si lo vences ¿Qué haras?
  • -          Los ejecutare a el, y  a sus hombres.
  • -          A todos.. ¿hasta los simples soldados?
  • -          A todos, es la ley romana. Yo soy romano.
  • -          Si, entiendo. – Me acerque a él.
  • -          Y… ¿Qué harás con Octavio? Escuche que es un buen hombre.
  • -          Puede ser buen muchacho, pero no puedo permitirle vivir como hombre. – seguí acercándome a él, me incline…
  • -          Antonio….. Toma mi ejercito… insisto… Este gesto tuyo es muy dulce, pero entiendo el punto, sé que me amas… Tengo informes de que el ejército de Brutus está en la boca del Nilo. Empieza la batalla… Y en su momento te respaldare… - Le tome su mano – Brutus estará a dos fuegos….
Antonio beso mi mano locamente, y después me beso…
  • Roma… Estará eternamente agradecida.  – Me miro y se levantó velozmente. Me quede pasmada, espero, y deseo que me perdone después de esto.
Sentada en el gran trono de Cleopatra, escucho a lo lejos entrar a alguien… el imbécil de Brutus. Él no me conoce, pero me confundirá con Xena, de eso no hay duda… Maldito impostor traidor…
  • -          Xena – Dice Brutus acercándose a mi…
  • -          Asi es, me he disfrazado de Cleopatra… ¿Por qué? Mmmmmm POR QUE TU LA MATASTE. – Se puso muy nervioso al escuchar eso.
  • -          Tienes que entender.. Necesitaba ese ejército, y no podía competir con Antonio por el afecto de una hermosa mujer. Pensé que si desaparecía, podría negociar con sus almirantes.
  • -          Es tu justificación para matar – Dice Gabrielle más que molesta.
  • -          Al matar a Cesar, pase por mil tormentos….. ¿Por qué me llamaste?
  • -          Ufff! Entiendo que tenemos un enemigo en común, Marco Antonio.
  • -          Veras cuan peligroso es…
  • -          Si lo sé, su flota se mueve hasta la flota del Nilo. Lo encontraremos ahí, y lo haremos pedacitos.
  • -          ¿Por qué debo confiar en ti?
  • -          Yo iré contigo – Dice Gabrielle levantándose.
  • -          No puedo pedir mejor garantía que eso… No vas a lamentarlo – Dice Brutus con una enorme sonrisa, esa sonrisa que cubria gran parte de su patética cara.
  • -          No lo lamentare…
  • -          La trampa esta lista, tal vez no debas hacerlo… Beatrike…
  • -          Liquidare a Antonio..

Por la noche, los ejércitos de Cleopatra me siguieron, en grandes barcos. Me encontraba con Marco Antonio, y por más que quería regresar, ya no había tiempo… La reina de Egipto murió por la codicia de los dos, la sed de más y la venganza de expandirse… Yo, yo y Gabrielle debíamos detenerlo…  pero… Si Cleopatra está muerta ¿Cómo sabrá Gabrielle donde está el néctar de la vida? Ahora sí, estamos en un serio problema.
-           
  • Tal vez cuando terminemos con Brutus, un viaje por las perfumadas aguas del Nilo… - Dice Antonio acercándose a mi… lentamente… - En una barcaza de Oro, con remos que mantendrán el golpe al tono de las flautas y hagan que las aguas que golpeen naveguen más rápido que el amor, a cada golpe… - Apunto de abrazarme,  detuve a Antonio y lo aparte.
  • -          Antonio, por favor, entraremos a una batalla naval.
  • -          En el ejército de Egipto, no podemos perder.
…Gabrielle y Brutus…

-          Cuando veamos a Antonio, le darás la señal a Xena.
-          Sí, claro Xena!
-          Entonces veremos quien llega a roma.
-          Te has convertido en un hombre ambicioso
-          Las personas cambian Gabrielle, no olvido cuando hablabas de paz, ahora eres guerrera.
-          Y tu, un homicida.
-          Asesine a Cleopatra por el bien de Roma.
-          ¿Cuántas personas han muerto por el bien de Roma?
…Xeria Y Octavio…
-          ¿Nerviosa?
-          Aterrada… y ¿tu?
-          Completamente Nervioso. ¿Por qué estás aquí Xera?
-          Prometí a mi señora que vería a esos asesinos pagar por su muerte.
-          No puedo creer que Cleopatra este muerta. La muerte no respeta rangos.
-          Estas a punto de entrar al escenario de la historia Octavio ¿Estás Listo?
-          Si, siento que nací en el instante preciso, ahora me dio cuenta que mi destino es gobernar Roma.
..En el barco con Beatrike y Antonio…

Escuche gritar ¡Barco a la vista! La mirada de Antonio cambio completamente, reflejaba ira y enojo.
-          El barco, la insignia de Brutus! Nos van a investir. – Grito Antonio, corriendo hacia su espada. – Haz la señal.

Un soldado levanto la antorcha y el ejército egipcio comenzó a llegar, todos e n mi tripulación estaban armados hasta los dientes, yo solo veía que crimen se cometía matándose unos con otros. Pero que más daba, los señores sedientos de codicia y ambición deben morir, y por la negra muerte de Cleopatra deben pagar.
Nos impactó un barco, varios soldados peleaban contra la tropa mía… el ruido chirriante de espada contra espada, la marea color rojo que me brotaba y los últimos alientos de soldados cayendo al mar… Hacía que en mis entrañas despertara el sentimiento de matar a Antonio, mi obligación vuelve a ganar entre mis sentimientos ¿Sera que Xena hubiera abandonado sus sentimientos y hiciera lo correcto? No lo sé. Lo único que sé, y mi única obligación… Es matar a Antonio…. Matar… 

Veía a Antonio luchando y matando a cada soldado, y Gabrielle, Gabrielle hacia lo mismo… los barcos egipcios comenzaron a atacar las tropas de Brutus! Gabrielle luchaba a muerte contra el…  cualquiera que se acercara a mí, se largaba con una linda cortada de mi filosa espada.. Estoy preocupada, veo a Antonio con odio y rencor, pero en poco tiempo su sufrimiento acabara… 
 
Gabrielle degolló a Brutus, lo contemple a lo lejor, pero el imbécil de Brutus…. Grito…
  • -          XENA!!!!
Antonio se dio cuenta, vi morir a Brutus y con más rencor, se dirigió a mi… Rápidamente y apartando de su camino, cualquier obstáculo posible para aniquilarme…



  • -          Xena….!  - Voltee inmediatamente, como si ese fuese mi nombre.
  • -          Ganaste mi confianza, mi amor y lo traicionaste… ¿Por qué?
  • -          Por el simple hecho Antonio, yo no soy Xena…
Esa cara dulce que había sentido, ahora se tornaba molesta, engreída, condenada… luchamos una, otra y otra vez, sus movimientos eran simples y cansados… Lo único que podía hacer era verlo y esquivar sus golpes.
  • -          Antonio…
Su cara como niño indefenso, soltó el peor grito que jamás había escuchado… El último movimiento mío, se incrusto en su abdomen…. Tanto que llorar… Quedamos frente a frente…
  • -          Seas quien seas,…. En verdad te amé…
Sentí su cuerpo resbalar de mi espada, su cabeza hundir entre mi pecho… Y cayó hasta el último piso… Gabrielle me miro tristemente, mis ojos no querían soltar el llanto que en mi se encontraba… Todo se tornó oscuro y lastimoso ¿Matar a alguien que amas? La peor sensación que puedes sentir antes de traicionarla…
Una gran lluvia se desato y yo, yo me retire… Sin mirar atrás… ahora sé que sentiría Xena al matar a alguien especial… Xena… Xena… ¿Cuánto más aprenderé de ti? 


...Al día siguiente…
  • -          Roma tiene una deuda de gratitud…Xena - Escuche a Octavio decir a mis espalda.
  • -          Roma no me debe nada. Y yo, yo no soy Xena. – Calle por un instante – Octavio serás un gran emperador, pronto será el nuevo líder. Eres tu quien debe motivar y mantener esta nueva alianza entre Egipto y Roma. Le costó la vida a Cleopatra, que no haya muerto en vano… He escuchado que Cleopatra antepuso el bien de su pueblo antes que ella misma, lo entiendo y lo he visto. Cleopatra puso su reino ante una desconocida, confió en mí, y yo le di lo que quería, murió con la esperanza de que la gente de Egipto escogiera a su propio gobernante y por primera vez, a su próximo gran líder. Ella… Ella era Egipto… - Me retire, camine sin rumbo y Gabrielle me siguió.
  • -          Ahora entiendo Gabrielle, entiendo por primera vez el dolor… El dolor de matar con tus propias manos al ser amada.
  • -          Beatrike, debes acostumbrarte a eso. Estaré a tu lado, juntas, tendremos la fuerza. Y reviviremos a Xena.
  • -          Si… Xena… Entiendo su dolor…
  • -          Te pareces a ella.
  • -          Si, nuestro parecido es similar, impresionante diría yo….pero…  No importa el dolor, o el sufrimiento que pase… Te ayudare a revivir a Xena, y sé que sintió ella al perderte…
  • -          Ahora eso ha quedado en el pasado, todo lo que me importa es revivirla, la amo! No quiero estar sin ella…
  • -          Entiendo el amor Gabrielle. Pero el gran bien que puedes hacer es perder tu existencia por alguien amado…
  • -          ¿A qué te refieres?
  • -          Lo entenderás Gabrielle, lo entenderás…  









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